¿En qué piensas? ¿Qué piensas respecto a este tema?
Ambas son preguntas importantes. Pero en ocasiones no queremos preguntar eso, si no que en realidad queremos preguntar cómo te sientes. Nos preocupamos por él o por ella, y queremos saber más, queremos ayudar.
Así que en realidad queremos preguntarle sobre sus emociones, sobre lo que siente.
En realidad el tema tiene sustancia de la buena. Nadie aprende per se a sentir de una manera u otra. Es decir, no elegimos conscientemente nuestras emociones, porque nadie nos enseña a ello ¿Quizás porque nadie realmente sabe cómo enseñar a sentir?
El tema a priori parece casi espiritual pero tiene una parte práctica que podemos experimentar en nuestro día a día. Ello en pareja, cuando observamos que el otro (o nosotros mismos) no acabamos de saber expresar lo que nos pasa.
En el trabajo, nuestro jefe puede expresarse diciendo «hay que acabar esto porque si no va a ser un desastre» cuando de fondo siente miedo por temor a que haya algo que se le vaya de las manos. Con nuestros amigos debería ser más fácil (nadie les obliga a estar con nosotros) pero no siempre es así.
En este punto encontramos dos razones por las que no sabemos lo que sentimos, la mayor parte del tiempo. La primera la encontramos en nuestra educación, la segunda en nuestro cuerpo.
La educación emocional.
Algo que ha faltado en nuestra educación formal (en mi generación, desde luego en anteriores y diría que también en sucesivas) es el ser consciente de uno mismo y el conocerse mejor. No siempre, puesto que recuerdo bastantes profesores en mi vida que buscaban un desarrollo emocional integral de sus alumnos, a los que recuerdo con mucho cariño. Un saludo aquí a D. Pascual, a dña María José y a otros grandes profesores.
Sin embargo, el sistema no les facilitaba las cosas.
Así, el énfasis general no se hacía en lo que sentíamos y en porqué sentíamos así. Puede que en ocasiones de conflicto o de grandes éxitos sí, al haber emociones más extremas como excitación o enfado intenso. Ello conlleva necesariamente que no desarrollamos un lenguaje para describir que estaba pasando en nosotros cuando las emociones se creaban, acumulaban o repetían.
Las emociones en nuestro cuerpo.
Esto nos lleva a la segunda razón. Normalmente no nos damos cuenta de lo que sentimos hasta que tiene algún tipo de consecuencia en nuestro cuerpo. Por ejemplo, nos nos damos cuenta de la emoción llamada preocupación hasta que se nos manifiesta en el estómago. Así, nos damos cuenta de las emociones cuando pasan al plano más físico.
Por ello fallamos al darnos cuenta del origen de nuestras emociones en nuestra mente, en nuestro amigo íntimo el sistema nervioso.
En ambos casos ello deriva en la ausencia de un lenguaje común y claramente compartido respecto a las emociones, o simplemente llegamos a exclamar «Estoy bien» o expresiones similares, que implican poco rango de emociones. Así, para muchos, lo que pensamos, sentimos y experimentamos parece lo mismo.
Sin embargo, curiosamente vivimos en un mundo muy emocional. Siempre estamos sintiendo, recibimos muchos estímulos, la mayoría de ellos externos. ¿Cómo podemos pues conocer mejor nuestras emociones?
Cómo conocer mejor nuestras emociones.
Vamos a ver ahora tres puntos para lograr añadir luz sobre este tema (luz y taquígrafos):
Diferencia lo que piensas y lo que sientes.
Recuerda cómo empezaba el artículo. No es lo mismo lo que pienso y lo que siento. Rumiar un pensamiento es pensar, utilizar la mente lógica para solucionar algo es pensar. Sentir es una sensación y será más fácil que la localices en algún lugar del cuerpo (al menos ir tratando de acercarse a ese punto).
Siente mejor las emociones.
Sentirlas más y mejor, sabiendo ponerles nombres. Para ello hay diferentes herramientas como la meditación, de la que ya hablé en este blog. Igualmente te animo a que conozcas más acerca del mindfulness, que te ayudará mucho en este propósito. Ambas vías son muy buenas para avanzar en tu educación emocional.
Exprésate.
Tu eliges la forma. En prosa, en poesía, pintando, tocando un instrumento o cultivando el bonito arte de la conversación. Mil maneras compatibles entre sí para llegar al mismo punto, expresar y comunicar tus emociones.
Y tú, ¿que piensas sobre este artículo? ¿Y que sientes? Compartir es ayudar a que los demás crezcan, así que será genial si te ha gustado y quieres hacerlo llegar a tus amigos.
Antoni
16 comentarios
Yo estoy muy agradecido de la enorme concidencia de enencotrarme este artitculo cuando pensaba como mejorar en eso.
Que bueno Mateo, ¡me alegra que te haya servido! El aprendizaje emocional es imprescindible y si no lo hemos comenzado a realizar antes tendrá que ser después. Te agradezco el comentario, espero que nos sigamos leyendo.
Hola Antoni,
el tema de las emociones me parece muy interesante. Es cierto que desde pequeños no nos hablan de ellas. Y considero muy importante saber cuales son y sus características. Sería muy interesante que en el colegio hubiese una asignatura que englobase este tema y las habilidades sociales.
Hace poco leí un libro que te habla de ello: Inteligencia Emocional, el cual recomiendo.
Muchas gracias, un saludo.
Pues sí Patricia, el tema de las emociones es vital desde la niñez y hay aún mucho trabajo que hacer en ese sentido ¿El título dle libro es ese tal cual, cierto? Muchas gracias por entrar y participar activamente 🙂
me siento rechazad@ por la sociedad, no me siento aceptad@ ni capaz de hacer las actividades que requieren en mi trabajo, ni en mi escuela ni en mi casa, tengo mucho apoyo por parte de mi pareja, sin embargo empiezo a dudar que yo sirva para algo y pone en duda también la razón de estar en este mundo, no quiero pensar así, se que necesito ayuda pero no tengo dinero.
Yi, puedes contactarme por aqui con dudas concretas sobre cosas que quieres cambiar, te leere y respondere con gusto.
Yo pienso que tienes razón, la gente no sabemos lo que es realmente una emoción. No sabemos lo que es pensar, preferimos opinar, por ello tenemos que intentar a pensar como nos sentimos, como nuestro cuerpo reacciona ante tal cosa o ante tal palabra, y nos damos cuenta de nuestra reacción de nuestros verdaderos sentimientos
Buenas Emma. Encontrar y tener claros cuales son nuestros pensamientos en ocasiones es difícil. Pero suele serlo más el localizar y poner nombre a nuestras emociones. Nuestro cuerpo nos ayuda a ello, ¿donde notamos cierta activación, cierta energía? ¿Podemos describirla de cierta manera? Además confundimos el ser, quienes somos, con nuestros pensamientos y emociones. Pronto más artículos sobre todo esto 😉
Con emoción, agradecerte este blog como espacio de aprendizaje y expresión.
Un interesante artículo que me ha hecho reflexionar sobre las emociones y los pensamientos y su orden.
La E-MOCIÓN ya en su etimología implica una acción, un desplazamiento (MOCIÓN) precedida de una propulsión, una energía (E-). En definitiva un impulso que implica movimiento.
En primer lugar considero, por tanto, a las emociones y en segundo los pensamientos. Pero lo interesante de esta reflexión es el espacio entre ambas ocupado por el LENGUAJE.
Un lenguaje que nos concede toda esa libertad para como muy bien dices poner nombre a esas energías, impulso y emociones y decidir un movimiento para nuestro bienestar o no.
No siempre es fácil pero desde la consciencia nos podemos tomar toda esa libertad de elección entre el estímulo y su respuesta.
Un saludo.
Lorenzo.
Lorenzo que buena sintetización. Me ha gustado especialmente la interpretacion que haces de la palabra emocion; ademas, de esa forma nos permite trabajarla mejor. Gracias por entrar y comentar 🙂
Me parece muy bueno el blog muchas veces ni nosotros mismos sabemos como nos sentimos y confundimos nuestros estados de animo y nuestras emociones :/
Muchisimas gracias Galilea. Seguiremos metiendo contenidos de psicologia practica para el dia a dia 🙂
Soy de querer hacer cosas como dibujar rostros o salir a caminar y ahora pruebo en octubre, otra vez con voluntariado.
Todo ello hace que nuestras emociones se expresen, y que hagamos sentirse mejor a los demas )
Antonio: Sinceramente agradezco mucho todo lo que brindas en estos espacios de reflexión. Nunca probé esto de la meditación hasta que descubro leyendo como gestionar las emociones en tu Blog. Me quedé muy relajada, y con una paz, que tome conciencia cuanta falta me hacia. Gracias lo empezare a practicar.
Maria llevas razon, la practica de la meditacion no trae mas que cosas buenas. Un fuerte abrazo.