¿Por qué una misma situación se puede afrontar de diversas maneras? ¿Cómo se adaptan las personas a los cambios drásticos que nos presenta la vida? ¿Cómo una persona puede salir fortalecida de un situación traumática y otra, sin embargo, más hundida? La respuesta a estas preguntas es la resiliencia.

La resiliencia es la capacidad de adaptarse y superar la adversidad. Se trata de una habilidad que se puede aprender a largo plazo por cualquier persona, incluyendo no sólo acciones sino, también, conductas y pensamientos.

También se puede entender como el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, catástrofe, amenaza, o tensiones prolongadas y significativas.

Algunas de estas situaciones podrían ser, entre otras muchas, problemas familiares o de pareja, problemas de salud, trabajos estresantes, problemas económicos o pérdida de un ser querido. Como veis, son situaciones tan comunes por las que todos estamos expuesto a atravesar alguna vez en nuestras vidas.

Todos y cada uno de nosotros podríamos contar alguna situación a la que nos hemos adaptado y hemos afrontado con éxito en un mayor o menor grado. Como se decía hace poco en un artículo de El País, todos al menos afrontamos 2 o 3 marrones a lo largo de la vida, al menos. 

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Otros ejemplos aún más claros de resiliencia, dados los efectos y consecuencias de las situaciones son los ataques terroristas del 11 de septiembre y marzo en los Estados Unidos y Madrid, respectivamente.

Sin embargo, las personas con capacidad de resiliencia no están exentas de dolor y angustia al atravesar y afrontar situaciones aversivas.

No podemos olvidar que el dolor emocional y la tristeza son emociones comunes que todos compartimos que experimentamos al sufrir adversidad o traumas.

La clave de la resiliencia está en juego en ese momento justo en el que la persona se alza, levanta la mirada y decide acabar con el sufrimiento estancado en el que había estado inmerso al aparecer el desastre.

Como ya hemos comentado con anterioridad, la resiliencia es una habilidad que se aprende. No obstante, hay algunos factores que al combinarse hacen más fácil este aprendizaje.

Cómo fomentar la resiliencia

Los factores más influyentes para fomentar la resiliencia podrían ser los siguientes.

¿Cuál es la clave a la hora de fomentar la resiliencia?

La clave es averiguar actividades que podrían ayudarnos a crear una estrategia personal propia para desarrollar la resiliencia.

La resiliencia significa mantener flexibilidad y equilibrio, compromiso y desafío, relativación y valoración, positivismo y responsabilidad en la vida; al mismo tiempo que afrontamos circunstancias difíciles y traumáticas.  

¿Te atreves a aliñar tu propia ensalada completa de todos esos ingredientes capaces de hacerte resistente a las adversidades y reponerte tan pronto como sea posible cuando la vida te dé algún golpe?

Aquilina Ruíz – Antoni Martínez

2 comentarios

  1. Me ha gustado el tema del compromiso y del desafio… De hecho la verdad es que ante las situaciones dificiles es el pensar cosas nuevas y diferentes para actuar lo que puede ayudarnos mucho.

  2. Efectivamente, es una de las características de las personas resilientes. Por ello recomiendo leer las preguntas que vienen en el artículo y responderlas de manera sincera respecto a uno mismo.

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