¿Qué es el control ambiental?
El control ambiental se refiere a la habilidad que tenemos para manejarnos en un entorno difícil, teniendo la capacidad de adaptarnos a las distintas circunstancias no favorables que van surgiendo.
Según el modelo de Carol Ryff, un nivel óptimo de esta dimensión llamada control ambiental conllevará que presenciemos una sensación de control y competencia, que controlemos nuestras actividades, saquemos provecho de las oportunidades y seamos capaces de crear o elegir contextos.
En cambio, si poseemos un bajo nivel de control ambiental presentaremos sentimientos de indefensión, un locus externo generalizado y una sensación de descontrol.
Las personas con un buen control ambiental se sienten más preparadas para frontar los desafíos de la vida, tienen una mejor autoestima y saben mejor que hacer para conseguir sus objetivos en contextos diferentes.
Así pues, si poseemos una alta percepción de control sobre el ambiente que nos rodea, nos sentiremos capaces de influir en el entorno y manejaremos con más valía las situaciones adversas o complicadas.
El control ambiental como parte de la resiliencia
Como hemos podido ver, de tener un buen control ambiental, estaremos desarrollando nuestra capacidad de resiliencia.
Aumentar el control ambiental, sentirnos poseedores de esa capacidad, implica desarrollar otros tipos de habilidades. Es decir, si aumentamos nuestra capacidad de control ambiental, estaremos aumentando también otras variables psicológicas
Se puede aumentar pues esta capacidad. Con la ayuda de un profesional de la psicología sanitaria que haga terapia, se pueden trabajar estos recursos personales con determinadas herramientas de la psicología positiva aplicada, cognitivo conductual o técnicas meditativas.
Te emplazo además a leer y trabajar a fondo estos articulos:
Superar las dificultades y aumentar la resiliencia.
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